Hace solo 200 años no existia el metro, en un pais como Francia cada ciudad y casi cada pueblo tenía unas unidades de medida propias, lo que era un gran lio. En 1791 la Academia de Ciencias de París propuso una medida basada en la propia naturaleza y no una medida arbitraria. La unidad básica de las medidas lineales pasaría a denominarse metro; una magnitud equivalente a la diezmillonésima parte del cuarto de meridiano terrestre.
El meridiano elegido fué el que pasa por Paris y ante la imposibilidad de medirlo entero se decidió medir el arco comprendido entre Dunkerque (Norte de Francia), y Barcelona con una medida próxima a los 9.5º. La elección arbitraria por parte de la academia de un meridiano que pasaba por Francia fué lo que hizo que ni Estados Unidos ni Inglaterra aceptaran esa unidad.



A principios de 1793 Méchain ya había acabado sus mediciones y se disponia a volver cuando estalló la guerra entre Francia y España. Ante la imposibilidad de regresar a su país, y sin poder acceder al fuerte de Montjuïc, zona militar en tiempos de guerra, Méchain se entretuvo calculando la latitud de la terraza de la fonda en la que se alojaba (la Fontana de Oro, en la esquina de la calle Avinyó con el carrer Ample). Por medio de una pequeña cadena de triángulos, pretendía unir la Fonda, la Torre del Reloj del puerto (el antiguo faro), y la torre del castillo de Montjuic, y otra triangulación con la catedral, la fonda y Montjuic, para así comprobar la latitud anteriormente determinada. Fué en esta epoca donde descubrió un error en sus cálculos de casi 100 m en la latitud asignada a Montjuic. Méchain ocultó este error a la comisión.

Finalmente, Méchain y Delambre retornaron a París a finales de 1798 con los datos de las mediciones efectuadas entre Barcelona y Dunkerque. Durante seis meses se efectuaron los calculos necesarios para determinar matemáticamente la longitud de la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano de París.

Tres años despues Méchain vuelve a España para seguir las mediciones y hacer una triangulación que llegue hasta Ibiza, con el fín de poder calcular con mayor exactitud la longitud del metro. Pero fallece en Castellón sin haber podido completar su trabajo.
En 1806 ya se conocía que la Tierra no es un elipsoide perfecto, que todos los meridianos no son iguales y que el metro legal era meramente una distancia entre dos líneas.
El problema científico de la época era más el tener buenas medidas de arcos sobre la Tierra que de ajustar aún más exactamente el valor del metro. Laplace, el científico más influyente de Francia, solicitó directamente al emperador Napoleón la continuación de las mediciones. Se prolongó el meridiano de París, desde Barcelona hasta Formentera y la comprobación
del nuevo arco apenas variaría dos milésimas de milímetro. En España el metro se implantó oficialmente en 1848.
La idea inicial de "universalidad" del metro y del Sistema Métrico Internacional, aún no se ha conseguido, solo hay que acordarse de la sonda espacial Mars Climate que se estrelló en Marte porque dos de las empresas que participaban en su construcción trabajaban una en millas y la otra en metros.
En Barcelona nos queda un bonito recuerdo de la aventura que supuso el encontrar la medida del metro, gracias a Idelfonso Cerda: la Av. Meridiana (que se corresponde con un meridiano terrestre) y el paralelo que es perpendicular a esta y que por tanto se corresponde con un paralelo terrestre.

La avenida meridiana está alineada con el meridiano 2º13'45.38'' E.
El paralelo y el meridiano intersectan en la Torre del Reloj. Así, el triángulo que forman el Paralelo, la Meridiana y la calle Granvía es un triángulo rectángulo.
La bisectriz del ángulo formado entre el Paralelo y la Meridiana coincide con la actual calle del Bisbe, Pz San Jaume y la calle Ciudad, es decir con el Decumanus de la antígua ciudad romana.
Las manzanas del Ensanche tienen cada esquina apuntando a un punto cardinal para un mejor aprovechamiento de la luz en todas sus fachadas, es decir, tienen una desviación de 45º con respecto a las avenidas del Paralelo y la Meridiana.
En la Plaça de les Glòries de Barcelona, hay un monumento de recuerdo sobre el meridiano. Precisamente la calle que allí empieza es la calle Meridiana. Ahí está escrito las latitudes de Barcelona 41º21'44.96'' -Dunkerque 51º2'9.20'', y la inscripción "El 25 de juny de 1792 se adopta el metro...". El grupo escultórico representa un corte topográfico desde el Mar del Norte hasta Barcelona.
La unidad métrica actual ya no es la diezmillonésima parte del meridiano 0º de la Tierra.
En la actualidad, el metro standard fue aceptada por la 17ª Conferencia General de Pesos y Medidas celebrada en 1983 como la distancia que hace la velocidad de la luz en el vacío a 299.792.458/1 segundos.
Si quereis saber más sobre este tema os recomiendo el libro "La Medidad de todas las cosas", de Ken Alder.
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